domingo, 27 de enero de 2008

Bienvenida

«Había ya vuelto en este tiempo de su parasismo don Quijote, y, con el mesmo tono de voz con que el día antes había llamado a su escudero, cuando estaba tendido en el val de las estacas, le comenzó a llamar, diciendo:
─Sancho amigo, ¿duermes? ¿Duermes, amigo Sancho?
─¿Qué tengo de dormir, pesia a mí ─respondió Sancho, lleno de pesadumbre y de despecho─; que no parece sino que todos los diablos han andado conmigo esta noche?
─Puédeslo creer ansí, sin duda ─respondió don Quijote─, porque, o yo sé poco, o este castillo es encantado. Porque ha de saber... Mas, esto que ahora quiero decirte hasme de jurar que lo tendrás secreto hasta después de mi muerte.
─Sí juro ─respondió Sancho.
─Dígolo ─replicó don Quijote─, porque soy enemigo de que se quite la honra a nadie.
─Digo que sí juro ─tornó a decir Sancho─ que lo callaré hasta después de los días de vuestra merced, y plega a Dios que lo pueda descubrir mañana».

Miguel de Cervantes: Quijote, I-XVII.

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Después de esta noche (larga y 'escura') sin mí por el espacio cibernético ya estoy aquí: RANILO para vos. Tanto gusto.

Es lo que le faltaba al castillo, que no venta, para ser encantado y tal vez encantador.

Por obra y gracia de miles de avatares he sido sacado del paroximo y sólo tengo una palabra (acaso torpe) y algunas mentiras (que otros llaman ficciones). Espero que podamos pasar las más de las noches leyendo de claro en claro y los días de turbio en turbio de hoy en adelante. Y que luego nadie diga que vio a tales o a cuales diablos, que ésos son reflejos de un espejo imaginario.

Y siempre con el sano deseo llegar más allá de mañana. ¿De acuerdo, amigo Sancho?

Bien te advierto, desocupado lector, que a los menesteres presentes no daré más que los ratos que esté ocioso, que son los más del año.

Al final, tendrás EL SECRETO. Cómo no.

3 comentarios:

Belén dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Belén dijo...

Si consigo, por ventura, arrancarte ese secreto tuyo, aunque sea de tus manos, aunque sea en tus dedos, habré saboreado lo dulce y amargo de la vida.
Tu secreto, mi secreto, el secreto de todos los que vivimos, amamos, sentimos.
Y si tú quieres, regálame tu secreto esta noche. O mejor: todas las noches.
¿Te apetece construir un secreto conmigo?

Ranilo dijo...

Por supuesto que he de darte cuanto vos me pidas: secreto, fortuna, amor. De noche o de día, con el orto o el ocaso. Y cuanto deséis os traeré de montañas remotas y desiertos lejanos, "simpar" Doncella.


¿Doncella?